Pasividad

Han sido días tranquilos, me he acostumbrado un poco a esta rutina de la tranquilidad, incluso he comenzado nuevas tradiciones en mi vida, pero eso no significa que no quiera salir de aquí, necesito estar afuera, necesito respirar, necesito hablar con los que me importan y sobretodo necesito volver a la realidad, a lo que es mi vida realmente, porque es fácil combatir y hasta vencer la depresión cuando no te tienes que preocupar ni por hacer el desayuno pero, otra cosa es estar en casa, ver mis errores de frente, ir a los lugares que me traen recuerdos, estudiar, apoyar el paro, ser yo realmente.

Estoy haciendo todo lo que puedo para salir de aquí antes de que se acabe el año, pero a la vez me asusta que el 31 de diciembre los recuerdos del suicidio de Leila me persigan. No quiero volver a casa y ser de nuevo esa volita vulnerable de miedos y tristeza, sé que no controlo mucho de lo que siento pero, también creo que puedo poner un granito de arena para que mi situación mejore.

Por ahora solo estoy aburrida, he empezado a cantar en el parque del recinto para pasar las horas, cuando canto me siento mas en control y me gusta, también hay otras personas a las que les gusta y me animan.

Supongo que estaré bien por ahora.

Edward Gorey

Comentarios

Entradas populares de este blog

Odio todo

Sentir o ser real

Las marcas en mi cuello